¿Cómo nos posicionamos a nivel mundial frenteal tema de la vacunación?

¿Cómo nos posicionamos a nivel mundial frenteal tema de la vacunación?

29 mayo 2019 Georg Soldner Visto 38691 veces

El 15 de abril de 2019, la Sección Médica y la Asociación Internacional de Sociedades Médicas Antroposóficas (IVAA) publicaron una declaración de posición sobre el tema de la vacunación, a petición de los médicos antroposóficos. El director de la Sección Georg Soldner explica el contexto de esta declaración.


En el marco de las campañas globales de vacunación, los médicos antroposóficos se ven difamados como «opuestos a la vacunación». Este pretexto sirve además para justificar el intento de prohibir la medicina antroposófica. Por otro lado, también hay campañas particulares contra la vacunación cuyos argumentos son más bien unilaterales.

En esta situación, la prioridad fue objetivar el debate y proteger a la medicina antroposófica de ataques y generalizaciones unilaterales. Al poco tiempo, la declaración de posición obtuvo una buena acogida en los distintos países, por lo cual se pudo comprobar su gran importancia para la imagen pública de la medicina antroposófica. Pero al mismo tiempo hubo críticas agudas, a menudo a causa de malentendidos. Por esta razón, a continuación se presenta la declaración de posición, comentándola por párrafos.

Diferenciar los tipos de enfermedad

«Junto con la educación sanitaria, la higiene y una nutrición adecuada, la vacunación es un instrumento esencial para la prevención de las enfermedades infecciosas. Desde el siglo pasado ha ayudado a salvar innumerables vidas. Gracias a las vacunas, la viruela ha sido erradicada y ahora es posible eliminar la poliomielitis. »

Una buena comunicación requiere, en primer lugar, reconocimiento y positividad. Nuestros colegas de la India, por ejemplo, destacan el hecho de que ciertas vacunas han contribuido a la reducción de la mortalidad infantil en su país.

«La medicina antroposófica reconoce explícitamente la importancia de la vacunación para la salud mundial y la apoya como una medida para prevenir enfermedades que ponen en peligro la vida. La medicina antroposófica no representa una actitud en contra de las vacunaciones ni apoya los movimientos anti-vacunación.»

Aquí se discierne claramente que se trata de vacunaciones contra enfermedades que ponen en peligro la vida. Lo que, por ejemplo, no es el caso en las vacunas contra las paperas y la varicela, mientras que la vacunación contra el sarampión, globalmente contemplada, protege a muchos niños de la muerte.

La declaración se opone claramente a una actitud indiferenciada contra la vacunación. Por ejemplo, la afirmación de que la vacunación contra la rubéola, las paperas y el sarampión es la causa de un aumento epidémico de los trastornos autistas, no se justifica ni por la propia experiencia ni por los datos científicos. Esto no significa que la seguridad de esta vacuna se haya aclarado satisfactoriamente. La vacunación contra el sarampión (la llamada «vacunación viva») también puede contribuir a una maduración positiva del sistema inmunológico (en los países pobres también reduce la mortalidad infantil causada por otras enfermedades).

Manejo individual de las vacunacionesen cada país

«De los médicos formados en medicina antroposófica se espera que actúen de acuerdo con la legislación nacional y que proporcionen un asesoramiento completo tanto a los pacientes como a los cuidadores, para garantizar una buena comprensión de la información científica y de las recomendaciones nacionales en materia de vacunación. En los países donde la vacunación no es obligatoria y se requiere el consentimiento informado para la vacunación, esta consulta con los pacientes o sus cuidadores puede conducir a un régimen de vacunación individualizado, por ejemplo, con respecto al momento de la vacunación en la primera infancia.»

Este párrafo se refiere a las recomendaciones nacionales de vacunación, así como a la información científica. Esta última posiblemente no concuerda con las respectivas recomendaciones nacionales de vacunación, que difieren de un país a otro. En Francia, por ejemplo, después de haberse producido varias muertes, ya no se recomienda la vacunación infantil contra los patógenos de la diarrea (rotavirus), a diferencia de Alemania, donde ningún diario ha informado sobre estos casos de muerte (investigación propia con más de 100 diarios consultados), aunque científicamente, el problema sea bien conocido en este país.

Se ha criticado que la declaración no se pronuncie claramente en contra de la obligación de vacunación. Esto se justifica por dos razones: Primero, se trata de una declaración mundial. Hay regiones del mundo con una elevada mortalidad infantil debida a la pobreza; por otro lado hay situaciones relacionadas con migraciones masivas de refugiados, en las que parece justificada una vacunación obligatoria contra patógenos que ponen en peligro la vida. Sin embargo, incluso donde se ha introducido la vacunación obligatoria completa sin alegar motivos transparentes (por ejemplo, en Italia o Hungría), no es necesariamente útil que una declaración global de la medicina antroposófica incluya comentarios sobre cuestiones nacionales de vacunación. Esto no significa de ninguna manera que esta declaración justifique una vacunación obligatoria. El caso es el contrario.

La declaración comenta expresamente el consentimiento informado de los padres o de los pacientes. Se hace hincapié en su derecho de co-decidir tanto sobre la vacunación en sí como sobre el momento de la vacunación. Desde un punto de vista científico, por ejemplo, una primera vacuna contra el sarampión administrada durante el primer año de vida (recomendada por ejemplo en Suiza a partir de los nueve meses) hace que un gran número de personas vacunadas tengan una protección de vacunación poco segura en la edad adulta.

Se sospecha que las llamadas «vacunas inactivadas» con aditivos que contienen aluminio, como por ejemplo las vacunas contra el tétanos o la difteria, aumentan la susceptibilidad a las infecciones y los maratos asmáticos cuando se administran en la primera infancia, y que aumentan la tasa global de mortalidad por infecciones en los países pobres.

Enfoque basado en la ciencia

«Los médicos antroposóficos participan en el debate científico sobre vacunas específicas y posibles planes razonables de vacunación, teniendo en cuenta las investigaciones en curso, la propagación local de enfermedades infecciosas y los factores de riesgo socioeconómicos. Debe constar claramente que el enfoque de la medicina antroposófica está basado en la ciencia, y que por eso puede hacer aportaciones importantes al actual debate controvertido sobre la vacunación.»

Con esta toma de posición, la declaración hace hincapié en que cada vacunación individual debe evaluarse de manera diferenciada en el contexto de los riesgos sanitarios concretos para los afectados (clima, pobreza, viviendas colectivas, malnutrición y otros). Si los médicos y pacientes antroposóficos se expresan de forma diferenciada sobre las cuestiones de la vacunación, es muy probable que también sean escuchados en la sociedad civil, las autoridades sanitarias y la política. Por el contrario, un debate polarizador en el que coinciden poderosos intereses económicos por un lado y un cierto fanatismo por otro, sacude los cimientos de la libertad, que está arraigada en la vida espiritual libre y debe ser defendida en la vida jurídica, en la sociedad civil.

La cuestión del significadode una enfermedad

Por último queda la cuestión decisiva del posible significado de una enfermedad, que apenas se plantea hoy en día. Sin embargo, las enfermedades febriles agudas en la infancia son importantes para la maduración del sistema inmunológico del niño. Se puede intervenir positivamente en ella, reduciendo los medicamentos antipiréticos y antibióticos innecesarios, y mediante la atención profesional, una nutrición adecuada y la atención médica. Los médicos antroposóficos trabajan en este sentido, y cada vez más especialistas se interesan por sus conocimientos. A través de la fiebre, el niño no sólo supera la enfermedad infecciosa, sino que también individualiza su organismo.

Es un hecho que el sarampión hoy en día se experimenta en todo el mundo como una enfermedad demasiado arriesgada. Sin embargo, hay una variedad de enfermedades infecciosas febriles que pueden controlarse muy bien médicamente. El desarrollo saludable de la infancia también es posible sin el sarampión, siempre que los niños reciban el amor de los educadores, una buena alimentación, la luz del sol y, en caso de fiebre, la atención y el tratamiento adecuados.

Vacunar — Rudolf Steiner

Si las condiciones son tales como por ejemplo en nuestra zona, en la que es muy difícil ejercer influencia mediante la educación, etc., ¿cuál es nuestro comportamiento más adecuado?

No habrá otra solución que aceptar la vacuna. Porque lo que no recomendaría en absoluto es la oposición fanática en contra de estas cosas, no por razones médicas, sino por razones antroposóficas generales [...].

Con los médicos con los que tenía amistad, siempre enfaticé que no estaba dispuesto a compartir esta posición, por ejemplo la del Dr. Asch, que nunca vacunó en absoluto. Pues si él no vacuna, lo hará otro. Es una completa insensatez proceder de una manera tan fanática en todos los casos.

Fuente Rudolf Steiner, Fisiología y terapia fundamentadas en la ciencia espiritual. Terapia e higiene. GA 314.


Web www.medsektion-goetheanum.org
Web declaración www.ivaa.info/latest-news/arti...
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