Se trata del ser humano en devenir, del ser humano en toda su magnitud

Se trata del ser humano en devenir, del ser humano en toda su magnitud

10 septiembre 2019 Wolfgang Held Visto 9770 veces

La primera Escuela Waldorf abrió sus puertas en Stuttgart hace 100 años. En la actualidad, 1180 escuelas Waldorf son operativas en todo el mundo. ¿Por qué fueron y siguen siendo tan exitosas las Escuelas Waldorf? Entrevista de Wolfgang Held con los directores de la Sección Pedagógica, Claus-Peter Röh y Florian Osswald.


¿Cómo fue vuestra primera experiencia Waldorf?

Florian Osswald
Fue en una escuela Camphill en Aberdeen. Me fijé en la mirada de la maestra, que no miró a los niños con sus graves discapacidades, sino que llevó su mirada a través de ellos. Eso me conmovió mucho. Sentí que lo que ella veía era una persona con una discapacidad, no «una»discapacidad. Esto despertó mi curiosidad, y me pregunté cómo era posible tener una mirada tan diferente. En sus ojos también vi que para la maestra, los niños eran un enigma. Eso también me conmovió tanto porque en mi época escolar solo fui reconocido como «éste» de los tres hermanos mayores.

Claus-Peter Röh
En mis estudios de pedagogía oí hablar de una gran escuela Waldorf en Rensburg. Decidí hacer una visita de un día a la escuela, y justo me tocó el día de la fiesta mensual. Me impactó ver la gran actividad y barullo entre los alumnos de todos los cursos y edades. Tan pronto como una clase comenzó con su actuación en el escenario, por ejemplo la de quinto de Primaria con los versos de hexámetro, o la de segundo de bachillerato con una recitación de poesía moderna, la agitación en la sala se desvaneció. Cuando los alumnos salieron al escenario, todo el mundo prestó absoluta atención, produciéndose un ambiente de calma y respeto. Nunca había experimentado algo así antes. En ese momento comprendí la paciencia de los colegas frente a los ruidos y susurros, ya que podían confiar en la atención de los alumnos nada más empezar la representación.

La Pedagogía Waldorf es lo que hizo que la Antroposofía entrara en el mundo con más fuerza. ¿Por qué?


Osswald
La Educación Waldorf tiene el privilegio de haber sido desarrollada por Rudolf Steiner. Hay cientos de conceptos para la enseñanza escolar, pero Rudolf Steiner dirigió la escuela durante más de cinco años; en este tiempo aprendió cómo debían funcionar las cosas y cómo no. Estamos increíblemente agradecidos a Christoph Wiechert por haber reeditado las conferencias escolares de aquellos años. Nos ayudan a formarnos una imagen de cómo la idea se convirtió en realidad y vida. Antroposofía significa que algo espiritual se vuelve concreto, de lo contrario no tiene significancia alguna. Con la Pedagogía Waldorf,Rudolf Steiner pudo seguir este camino de realización. También en general, toda la Antroposofía tiene que ver con el devenir del ser humano. En este sentido las escuelas ocupan una posición clave.

Röh
Aprender significa sacar algo que todavía no está ahí y que sin embargo tiene el potencial de aparecer. Enseñar significa sentir las preguntas y objetivos que un niño trae consigo. También los padres, habiendo experimentado el misterio del nacimiento, normalmente sienten que hay algo en su hijo pequeño que está encaminado al futuro, algo que quiere lograr «inscribirse» en el mundo. Lo cual les lleva a la pregunta de cómo el niño podrá seguir desarrollándose. Por supuesto que hay algo espiritual en todo, pero en el niño es más cercano para nosotros, es más tangible.

Hay muchos profesores trabajando en las 1180 escuelas Waldorf. Parejamente, con este trabajo experimentan cada día, en cada clase, que quieren desarrollarse junto con los niños. Es una aspiración que viene del futuro, una aspiración hacia una transformación.

¿Cómo va el movimiento Waldorf y qué hay que desearle?


Röh
Un poema de Goethe reza: «Como en el día que te llevó al mundo / El sol estaba en su sitio saludando a los planetas …» - y termina con: «Y no hay tiempo ni poder que pueda desmembrar / la forma que se ha plasmado en desarrollo vivo». Esto puede aplicarse a todo individuo, pero también a la educación Waldorf. Fundar una escuela a menudo significa luchar durante años hasta que los padres, los profesores, los alumnos y el edificio estén en consonancia de tal manera que el ser de la escuela pueda acompañar. No hay ninguna escuela en la que este ser esté presente en todo momento. Tan pronto como se establecen formas y caminos fijos, ya sea en una clase o en la escuela entera, el ser amenaza con desprenderse. Es vital desarrollar la escuela, la enseñanza, el encuentro individual una y otra vez de nuevo. Esto, para mí, es la condición para que el ser se conecte con la escuela, y esto es lo que hay que desearles a todas las escuelas.

Osswald
Hoy nos preguntamos qué es y qué puede llegar a ser la escuela en el futuro. En cualquier caso, es un lugar de encuentro, en el que el encuentro nos hace llegar a ser una persona libre. Cómo es y cómo puede ser este lugar es cada vez más una cuestión de cuidar el diálogo y la comunidad. En la medida en que las máquinas cobran protagonismo en las escuelas, veremos con claridad qué es lo que nos hace humanos y cuál es el valor del encuentro humano. El Yo se construye en el contacto con el otro Yo. Este elemento fundamental de la educación Waldorf es de gran importancia en nuestra cultura digital. Por lo demás, deseo al movimiento Waldorf que sepa incluir a los «otros», que tengamos una actitud de apertura, en el espíritu de realizar un trabajo para todos, y que invitemos a todos a que nos ayuden en esta tarea. Que tengamos escuelas hermosas no es lo más importante. Las escuelas Waldorf son hermosas cuando se convierten en un lugar de encuentro para los demás, donde podemos descubrir juntos cómo puede ser la escuela del futuro. Para ello, el referente más importante es el primer curso para los profesores Waldorf, dado hace 100 años. Es un ejemplo de cómo podemos lograr crear el ser humano superior dentro de nosotros mismos. Existe el ser humano que ha entrado en el cuerpo físico, y también existe el ser humano cósmico, el ser humano en toda su magnitud. Espero que comprendamos esto cada vez mejor, y que seamos capaces de hacer esta comprensión fructífera para la enseñanza.


Fuente: Semanario ‹Das Goetheanum›, Edición 37/2019 del 13. septiembre.

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