El mundo espera algo de los antropósofos

El mundo espera algo de los antropósofos

01 mayo 2019 Sebastian Jüngel Visto 3303 veces

En el Congreso Anual y la Asamblea General de la Sociedad Antroposófica General, que tuvo lugar del 11 al 14 de abril en el Goetheanum, la visión común fue la de un campo de ejercicio de convivencia cosmopolita, que interpreta la pluralidad como regalo, es consciente del impulso común y está activa en el mundo.


Somos una Sociedad multicultural y compleja en la que hay espacio para muchas iniciativas, en la que cada uno es importante como «sonido individual, que contribuye al conjunto de la Sociedad». Esta imagen, tal como lo esbozó Joan Sleigh en nombre de la Junta Directiva del Goetheanum, concibe a la Sociedad Antroposófica como representante de una humanidad cosmopolita y una diversidad que «se inspira en una fuente común» (Constanza Kaliks).

Espacio de ejercicio anímico-espiritual

Esta visión es más que una verdad ordinaria. Justus Wittich lo formuló como sigue: «La Antroposofía no quiere ser conocimiento adquirido mediante la lectura; más bien debe ser una manera de entrar en un sereno equilibrio anímico para las cuestiones prácticas.» La Sociedad Antroposófica es un campo para ejercitar las habilidades sociales y para ser un ejemplo de humanidad, aunque sea en un mundo sobretecnologizado. Esta actitud se vivió intensamente en el «Espacio Abierto» diseñado por los miembros jóvenes, en el cual fue permitido sacar todo lo que uno llevaba en el corazón - en algunos casos también heridas y desilusiones.

El practicar la convivencia en la diversidad es una condición importante, pero no es un fin en sí mismo. Para Alejandro Ranovsky (AR), el trabajo antroposófico incluye responder a las circunstancias particulares de la vida y transformarlas (véase Motivo de Reflexión, página 2). Gerald Häfner recordó que la estructura trimembrada del organismo social parte del entendimiento individual de los conceptos sociales, y mencionó como ejemplo actual el esfuerzo para llegar a un nuevo concepto de la propiedad («la propiedad relacionada con la responsabilidad social»). Melanie Reveriego (DE) y Rob Gordon (AU) dieron una visión conmovedora de la dramática situación de jóvenes delincuentes y adultos traumatizados. Wolfgang Rißmann (DE) complementó las visiones esbozadas con ejercicios de asimilación y sanación de heridas del alma, pensados para lograr experimentar un equilibrio tanto interior como en relación con el cosmos. Al igual que Alejandro Ranovsky, Li Zhang (CN) dejó claro que la labor antroposófica siempre se sitúa en un contexto social que no ha sido elegido y preparado por uno mismo, y que hay que encontrar una manera de actuar en él, siempre con la confianza de que se pueden encontrar soluciones.

La situación mundial – motivo para actuar

Estas contribuciones fueron profundos estudios antropológicos de orientación antroposófica sobre la situación anímico-espiritual de la humanidad, formulados con una actitud que interpreta la situación mundial como oportunidad de entrar en acción positiva. Para este fin, hay que hablar abiertamente de los problemas. En Europa el impulso cultural antroposófico ha sufrido graves retrocesos, por ejemplo, con el cierre de escuelas Waldorf (GB) o de una clínica antroposófica (SE).

El impulso cultural antroposófico recibe su fuerza por el hecho de que las personas mantienen una relación activa entre ellas. A nivel de la Sociedad Antroposófica, estas son las Ramas, que Joan Sleigh también llamó «puntos de luz», unos puntos de luz de trabajo, estudio e investigación así como de conocimiento mutuo y de trabajo en red con otras Ramas en el mundo. Las actividades de la Escuela Superior para la Ciencia del Espíritu abarcan el trabajo interno de la Escuela de Micael y las actividades en los distintos campos de trabajo. Los campos de trabajo y la Sociedad Antroposófica van de la mano. En este sentido, Matthias Girke señaló la posibilidad de que los grupos especializados puedan unirse a la Sociedad Antroposófica como grupos temáticos. El mundo, continuó Girke, «tiene el derecho de esperar algo de la Sociedad Antroposófica.»

Testimonio de actividades y logros

El Congreso Anual y la Asamblea General fueron un testimonio de las diversas actividades y metas del Goetheanum. Se produjeron numerosos encuentros e intercambios en 16 grupos de trabajo, y se organizaron eventos artísticos en forma de exposiciones (elementos artísticos en la pedagogía de Rudolf Steiner, Escuela Waldorf Friedwartschule), euritmia del conjunto del Goetheanum, entremeses musicales de una orquesta de cámara, y arte de la palabra por una iniciativa de recitación en coro.

Además de la profundización del contenido, hubo reflexiones sobre los ritmos de la meditación de la Piedra de Fundación. La conmemoración de los difuntos se celebró con música, euritmia, y arte de la palabra. Matthias Girke subrayó que la Antroposofía también se hace visible dando a conocer la naturaleza especial del edificio del Goetheanum, desde sus formas arquitectónicas hasta los murales del techo. Una tarea importante para el diálogo y la comunicación con los miembros es responder a las cartas a la Junta Directiva, que se escriben desde el corazón y son testimonio del interés de los miembros en la Sociedad Antroposófica.

En medio de estas afirmaciones, puede pasar desapercibido lo que comentó un grupo de jóvenes: cuidar la unidad aunque no siempre haya acuerdo en todo. Este también fue el mensaje de los informes de la Junta Directiva: vivir la diversidad.