Érase una vez un jardín ...

Érase una vez un jardín ...

29 octubre 2021 Philipp Reubke Visto 7325 veces

El Goetheanum se ve afectado por las actuales medidas sanitarias. Varios miembros de la Dirección del Goetheanum se han pronunciado sobre esta situación en distintas publicaciones. En el siguiente texto, Philipp Reubke plantea la cuestión de la condición del alma humana en medio de las crisis del presente.


"Il y avait un jardin, qu'on appelait Terre ... "[1] Cuando Georges Moustaki interpretó esta canción en 1971, tocó el corazón de la generación joven de la época. Para los niños que crecen en un entorno marcado por el acero, el hormigón y el asfalto, Moustaki canta del planeta Tierra virgen, que ofrecía experiencias sensoriales maravillosas en todas las estaciones del año, pero que ya no existen:

Había una vez un jardín llamado Tierra,
Hoy, ¿dónde está el jardín donde podríamos haber nacido,
donde podríamos haber vivido felices
donde está la casa cuyas puertas están todas abiertas?
Lo busco en todas partes y no lo encuentro en ninguna[2]

Cuando en 1972 el Instituto Tecnológico de Massachusetts publicó el estudio "Los límites del crecimiento" por encargo del Club de Roma, se suscitó un gran interés. Hasta la fecha, se han vendido más de 30 millones de ejemplares en 30 idiomas.[3] Y cuando un político alemán lanzó un libro titulado "El planeta que está siendo saqueado" en 1975, estuvo en las listas de los más vendidos durante semanas. [4]

Las canciones, los estudios y los libros han tenido un impacto durante 50 años. Gran parte de la población ha desarrollado nuevos hábitos en muchos ámbitos de la vida: en la alimentación, la agricultura, la arquitectura, la gestión de la energía y los residuos, el transporte, la tecnología. A principios de los años setenta, la mayoría de las personas se burlaban de los intentos de encontrar alternativas a la habitual forma de vida – intentos de detener el saqueo de los recursos naturales, o de hacer algo para contrarrestarlo. Hoy la situación no ha cambiado fundamentalmente. El informe del IPCC de agosto de 2021 alerta de forma drástica: "El cambio climático se está produciendo más rápidamente y esta provocando más consecuencias graves".[5]

Nos hemos acostumbrado ...

En el coro de propuestas e iniciativas, también se escucha voces que sostienen que, para proteger el clima, hay que restringir las libertades individuales, porque la situación es tan dramática que hay que obligar a los ciudadanos a dejar de comportarse de forma perjudicial para el medio ambiente.[6] El mensaje es: para conseguir lo que es bueno y razonable para la comunidad, es necesario restringir la libertad individual. Es considerado peligroso todo lo que salga del corazón y de la cabeza humana de forma espontánea. La "calificación social" -el intento de controlar a las personas otorgando "puntos" por un comportamiento correcto y retirándolos por un comportamiento incorrecto- no sólo se utiliza en China; también encuentra aprobación en la mayoría de los estadounidenses.[7]

Este tipo de opiniones se enuncian en voz aun más alta cuando se trata de la salud. Con la introducción del "pase verde digital" o certificado Covid-19, se está introduciendo una vacunación prácticamente obligatoria en todas partes. Los que sacrifican su libertad individual en aras de lo que se considera bueno para la colectividad se pueden sentir moralmente superiores. De todas formas, el problema no empezó con la Covid-19: en una retrospectiva a las dos primeras décadas del siglo, que comenzó con el "11-S", el constitucionalista francés François Sureau escribió en septiembre de 2019: "Nos hemos acostumbrado a vivir sin libertad. No es nuevo que la libertad moleste a los gobernantes. La novedad es que los ciudadanos lo acepten porque tienen miedo".[8]

Algunos aceptan el control porque les hace sentirse seguros dentro de lo imprevisible, y les da la sensación de poder evitar el mal, el crimen, la enfermedad, la muerte. ¿Por qué hay personas que no comparten esta sensación? Porque sienten que al mismo tiempo la libertad, la responsabilidad, el desarrollo anímico-espiritual y la cultura están siendo echados por la borda.

Una mirada a la pedagogía

El niño pequeño aprende a ponerse de pie y a caminar, a hablar, a pensar, a descubrir el mundo, pero no a través de mandamientos, prohibiciones, ejercicios y explicaciones. No aprende porque obedece, sino porque quiere: quiere hacer todo por amor a las personas que le rodean. Emmi Pikler se expresa de forma radical sobre las consecuencias del estar constantemente encima de los niños pequeños: "Es esencial que el niño descubra por sí mismo el mayor número posible de cosas. Si le ayudamos a resolver cualquier tarea, le privamos de lo más importante para su desarrollo anímico-espiritual".[9] El profesor de música Heinrich Jacoby comenta: "Por medio de reglamentos, preguntas inapropiadas y de la asistencia precoz innecesaria, el desarrollo del niño se ve perturbado. El niño pierde la capacidad y el ánimo de probar las cosas por sí mismo, de improvisar y de permitir espontáneamente sus propias expresiones".[10]

Rudolf Steiner comentó que: "El niño se resiste instintivamente a lo que otros quieren que influya conscientemente en él, sobre todo en los primeros dos años y medio de vida".[11] Y señala que la educación mediante reglas a esta edad tiene un efecto destructivo en el alma en incluso en lo físico: "Empezar demasiado pronto con las cosas como la asistencia para ponerse de pie y caminar, significa arruinar el proceso nervioso del niño para toda su vida.”[12]

En el niño pequeño es obvio que, al ser dirigido constantemente desde fuera como una marioneta, tiene que perder su voluntad propia, su amor por el mundo, su deseo de aprender y desarrollarse. Toda la Pedagogía Waldorf está diseñada para estimular la fuerza y la sutileza del pensamiento, el sentimiento y la voluntad a través de la actividad propia. La actividad y el aprendizaje no deben estar motivados ni por la recompensa ni por el miedo al castigo, sino por la alegría y el interés.[13] Este tipo de estimulación constante de la actividad anímica propia ayudará al niño y al adolescente a encontrar su camino en la vida, en libertad y con entrega, y a actuar responsablemente en la sociedad desde la automotivación.

Si el adulto es conducido al comportamiento correcto como una marioneta –ya sea mediante las técnicas de la manipulación, con las medidas drásticas de recompensa y castigo o con los instrumentos tiránicos de restricciones del pensar, opinar y actuar– la situación puede parecer menos trágica que en el niño. Al fin y al cabo, estamos contentos con mantener la salud y sobre-vivir. El debate público se centra sobre todo en la cuestión de si las medidas son aceptables o no. Pero, mucho más importante puede ser la pregunta por las consecuencias, que para los adultos pueden ser parecidas a las que sufre el niño pequeño. ¿No será que también los mayores nos atrofiamos anímica y espiritualmente cuando se nos mantiene a raya para conseguir que hagamos lo que se considera lo bueno y sensato, haciendo que ya no tengamos la posibilidad de conocer lo bueno y actuar acorde a ello por motivación propia?

Individualismo ético

¿La libre iniciativa, el afán experimentador y el "aprendizaje por error", acaso no son las condiciones vitales para la cultura y la ciencia? ¿No es la posibilidad de errar un requisito para el progreso moral? En su ‹La filosofía de la libertad›, Rudolf Steiner defendía que: "Significa un progreso moral el que el ser humano no haga simplemente motivo de su actuar el mandamiento de una autoridad exterior o interior, sino que se esfuerce por comprender por qué un precepto dado de comportamiento puede ser, o no, el motivo de su acción. "[14] El individualismo ético, al que Rudolf Steiner defendió a lo largo de su vida, pretende que aprendamos a no guiarnos ni por preferencias personales ni por prescripciones normativas: " La acción, por lo tanto, no se ejecuta de forma rutinaria siguiendo alguna regla, ni de manera automática como respuesta a un impulso externo, sino que está determinada únicamente por su contenido ideal. "[15]

La responsabilidad social no tiene por qué ser entendido como lo contrario de la libertad individual. Yo quiero ser responsable de los demás por mi propia voluntad; esto es precisamente lo que me permite crecer. Al igual que la auto-motivación del niño pequeño queda derrotada por el aprendizaje guiado, la voluntad personal de desarrollo queda aniquilada por las normas que reivindican una validez ética general. Rudolf Steiner: «“Actúa de tal manera que los principio de tu acción puedan ser válidos para todos los seres humanos”. Este precepto significa la muerte de todo impulso individual. »[16]

El hecho que no confiamos en nuestra capacidad de resolver la crisis sanitaria salvo con restricciones masivas de la libertad; ¿no será extrapolable a la crisis medioambiental? En los últimos 50 años, esta se ha hecho cada vez más grave, incluso sin intervención en la libertad individual. De todas formas, las "pulsiones individuales" languidecen, y pocos todavía creen que estas pueden ser semillas para la sanación del organismo terrestre y del organismo social.

¿Qué letras escribiría hoy Georges Moustaki, fallecido en 2013? ¿Dedicaría una canción a las personas que crecen en un entorno dominado por la prohibición, el castigo y el control?

Hubo una vez un jardín llamado alma humana,
donde crecían libremente los sentimientos, pensamientos e impulsos maravillosos.
¿Dónde encuentro el jardín donde podría haber nacido el espíritu libre,
Donde está el corazón cuyas puertas están abiertas de par en par a todos los seres y dimensiones?
Lo estoy buscando y aún no lo he encontrado.

1. Había una vez un jardín llamado Tierra.
2. Où est-il ce jardin où nous aurions pu naître / Où nous aurions pu vivre insouciants et nus / Où est cette maison toutes portes ouvertes / Que je cherche encore et que je ne trouve plus?
3. Die Grenzen des Wachstums
4. Herbert Gruhl. ‹Ein Planet wird geplündert› (Un planeta que está siendo saqueado). Fráncfort del Meno, editorial Fischer, 1975
5. IPCC-Bericht: Klimawandel verläuft schneller und folgenschwerer
6. «Décarboner vraiment, c’est rompre avec les libertés individuelles, voire avec le pacte démocratique »
7. «Nevertheless, many generally agree with the underlying idea of social ratings: 70% say it is fair and right to limit access to public resources (transport, education, housing, etc.) based on people’s behavior.”
8. «Il n’est pas nouveau que les gouvernants s’impatientent de la liberté. Il est plus étonnant que le citoyen y consente, parce qu’il est inquiet bien sûr… »
9. Citado en Erzieherauge
10. Citado en Heinrich Jacoby
11. Rudolf Steiner.- El sano desarrollo del ser humano, GA 303.
12. Ibídem
13. “Sólo hay tres medios de educación: el miedo, la ambición y el amor. Nosotros prescindimos de los dos primeros... " cita de Martin Carle, "Furcht, Ehrgeiz und Liebe im Klassenzimmer", en Erziehungskunst, octubre 2019
14. Rudolf Steiner.- Filosofía de la Libertad.- GA 4, capítulo 9, La idea de la libertad
15. ibídem
16. ibídem

Traducido por Michael Kranawetvogl.

Image: Xue Li