Utilización para la construcción del estado nacionalsocialista

Utilización para la construcción del estado nacionalsocialista

31 octubre 2024 Sebastian Jüngel Visto 3125 veces

La comunidad de médicos antroposóficos se resistió en gran medida a la ideología nacionalsocialista, sobre todo en cuanto al contenido; algunos médicos esperaban ventajas para la medicina antroposófica y se implicaron en el sistema. Esta es la conclusión del estudio ‹Antroposofía y nacionalsocialismo. La comunidad de médicos antroposóficos› de Peter Selg, Susanne H. Gross y Matthias Mochner.


Durante el periodo del nacionalsocialismo en Alemania, la profesión médica antroposófica también tuvo que encontrar una relación con el Estado nacionalsocialista. Un grupo de estudio, integrado por Peter Selg (catedrático de Antropología y Ética Médicas y miembro de la dirección del Goetheanum), Susanne H. Gross (historiadora) y Matthias Mochner (historiador), investigó casos de afinidades a nivel institucional y personal. Como el concepto de ‹médico antroposófico› aún no existía en aquella época, el equipo de estudio investigó quiénes formaban parte de la comunidad médica antroposófica en aquel momento y cuáles de ellos tenían algún grado de relación con el régimen nacionalsocialista.

El equipo de investigación analizó documentos de más de 250 archivos públicos y privados, incluidos registros oficiales, legados de bibliotecas particulares y artículos en revistas especializadas; en el proceso, el equipo descubrió fuentes hasta ahora desconocidas y elaboró estudios biográficos sucintos de varios médicos antroposóficos seleccionados. El estudio llega a la conclusión de que no hubo adaptación «a las formas de pensar y a la terminología de la política y de la medicina nazi». En comparación con la media de la población en Alemania, la profesión médica antroposófica estaba menos implicada en las estructuras nacionalsocialistas que la gran mayoría.

Como médico antroposófica en posición destacada, Ita Wegman reconoció los peligros del nacionalsocialismo desde el primer momento. Se comprometió a proteger y salvar vidas y facilitó vías de escape a niños y jóvenes judíos, así como a colegas profesionales. Según los documentos disponibles, los colegas judíos «no experimentaron ninguna forma de marginación por distanciamiento dentro de la profesión médica Antroposófica; al contrario, recibieron apoyo y solidaridad». Otros médicos antroposóficos y estudiantes de medicina antroposófica «también participaron en actividades de resistencia médica y política».

Presentación del estudio en Berlín el 23 de mayo de 2024: Sybille Seitz (moderadora), Astrid Ley (Memorial y Museo de Sachsenhausen), Florian Bruns (historiador de la medicina), Thomas Beddies (consejo científico asesor del estudio) y Peter Selg (coautor)

Algunos de los médicos antropósofos, entre ellos Wilhelm zur Linden, vieron beneficios para la medicina antroposófica mediante vínculos con el Estado nacionalista. Friedrich Husemann intentó establecer «una organización médica antroposófica integrada en el Estado nazi», que pasó a formar parte de la Reichsarbeitsgemeinschaft für eine ‹Neue Deutsche Heilkunde› (Comunidad de Trabajo del Reich para una ‹Nueva Medicina Alemana›), pero «no llegó a desempeñar ningún papel decisivo en el breve periodo de su existencia, de mayo de 1935 a enero de 1937». En el Goetheanum, el tesorero Guenther Wachsmuth defendía, afirma el estudio, que era posible «conseguir que las instituciones e iniciativas antroposóficas fueran reconocidas dentro del régimen nazi»; todo ello sin que Guenther Wachsmuth fuese conocido como partidario del nacionalsocialismo. Además, había personas como Hanns Rascher, que era nacionalsocialista y miembro del Servicio de Seguridad y actuaba como ‹mediador›, influyendo en ambos bandos.

Por un lado, el Estado nacionalsocialista estaba interesado en ciertos aspectos de la Antroposofía. Hasta 1941, Otto Ohlendorf, de la Oficina Principal de Seguridad del Reich, «hizo campaña a favor de la preservación de los centros de pedagogía curativa, las escuelas Waldorf, las granjas biodinámicas y posiblemente de la empresa Weleda». Sin embargo, «dentro de la élite dirigente nazi», Alfred Baeumler, Otto Ohlendorf y otros eran «cuestionados por sus opiniones favorables» a la medicina antroposófica. El equipo de estudio también investigó los experimentos humanos de Sigmund Rascher en el campo de concentración de Dachau y subraya que «no tenían ninguna motivación basada en la medicina antroposófica», a pesar de que era miembro de la Sociedad Antroposófica y «uno de los representantes antroposóficos más conocidos del diagnóstico precoz del cáncer».

En el caso de funcionarios estatales como Alfred Baeumler y Otto Ohlendorf, el estudio afirma que ellos «nunca se interesaron por reconocer la medicina antroposófica, la Pedagogía Waldorf o la agricultura biodinámica», sino que tenían un interés «por explotarlas para el desarrollo del Estado nazi». Todos los informes del Servicio de Seguridad constataron «que [Rudolf] Steiner y los antropósofos, con su rechazo de todo pensamiento y acción racista-biológica y antisemita, se encontraban en plena oposición al nacionalsocialismo».

El estudio se realizó por encargo de la Academia de la Sociedad de Médicos Antroposóficos en Alemania en el año 2016. El estudio contó con el asesoramiento científico de Thomas Beddies y Heinz-Peter Schmiedebach del Instituto de Historia de la Medicina y Ética de la Medicina de la Charité de Berlín (Alemania). El estudio consta de tres volúmenes: La medicina antroposófica bajo el nacionalsocialismo, la posición de Weleda y Wala, y la psiquiatría antroposófica y los hogares de pedagogía curativa.

El estudio ha sido financiado por la Fundación Mahle, la Fundación Software AG, la Fundación Christophorus, la Fundación Hauschka, el Rudolf-Steiner-Fonds para la Investigación Científica y Gabriele Christine Gomille-Dömling (1925-2018).


Traducido por Michael Kranawetvogl

Libro (en alemán) Peter Selg, Susanne H. Gross y Matthias Mochner, Anthroposophie und Nationalsozialismus. Die anthroposophische Ärzteschaft, Schwabe-Verlag 2024